Jandilla
es una de las principales ganaderías de España. Las figuras del toreo solicitan
toros de esta ganadería por su nobleza, fijeza y movilidad.
Toro de Jandilla con el trapío y hechuras como una plaza de Primera Categoría.
La nobleza del toro es
consecuencia de la fijeza del toro al atender la llamada del engaño (capote o
muleta) y al perseguirlo sin el menor titubeo. Luego la fijeza y la nobleza son las máximas virtudes de la
bravura que permite desarrollar mejorel toreo. Pero esta no puede desarrollarse
sin las armas que le suministran la casta, para no desistir jamás del combate,
y la fuerza, que es el soporte natural de la bravura.
La obra ganadera de Borja Domecq
(propietario), que tiene por base un encaste excelente, estriba en el logro de
un cuatreño con la movilidad de un utrero, que mueva sobradamente más de media
tonelada con la ligereza de un novillo con cuatrocientos kilos, y se enfrente
al actual caballo de picar con la pujanza del toro que se las veía con un penco
flaco y protegido por un babero.
Una gran seguridad en la bravura enclasada de sus toros le autorizó, sin
duda, a "ponerlos" un año antes de la saca, con el oneroso agravante
económico de muscular y rebajar sus kilos, pues también desde un año antes los
"mueve" para mantenerlos en forma, ejercitados y sin apenas ganar
peso a lo largo de 12 meses. La
experiencia de Borja Domecq, le hace reprimir entusiasmos y analizar
positivamente las derrotas. Tiene más de una docena de corridas cada año. La
amparan sementales muy contrastados y una vacada de antigua homogeneidad. "Puede que haya suerte y triunfemos en
las plazas importantes, o puede que los toros buenos se lidien en plazas de
menos trascendencia. Lo que sí espero con confianza (afirma Borja Domecq) es
haber alcanzado una definitiva regularidad, gracias a un toro muy fuerte pero
muy bien hecho y de gran nota".
Fuente: Edwin Ramírez
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