El público exigió con fuerza la segunda oreja del cuarto novillo.
Fuente. Aplausos.es
Andrés Roca
Rey se ha convertido en el primer nombre propio de la Feria del Toro de
Pamplona tras una tarde en la que el peruano dio una gran dimesión. Actitud,
ambición, hambre, compromiso, valor, aplomo...todo eso y más ofreció Roca Rey
en su debut en Pamplona. Paseó una oreja a pesar de que el público pidió con
fuerza la segunda en el sexto novillo. Posada de Maravillas, que volvía a
Pamplona tras la lesión que sufrió en este mismo ruedo hace ahora un año, y
Varea, que también debutaba en el coso navarro, dieron una vuelta al ruedo.
Los dos
pinchazos previos a la estocada impidieron a Roca Rey cortar una oreja en su
primero, tras una faena de enorme firmeza y ambiciosa actitud ante un novillo
de áspera y deslucida embestida. Muy bien el peruano, siempre por encima de su
oponente y pisando terrenos de compromisos con un valor seco. Variado y muy
seguro fue el recibo capotero al sexto, intercalando chicuelinas y verónicas;
galleó por rogerinas, tras echarse con torería el capote a la espalda, para
llevar el novillo al caballo y cuajó después un quite por chicuelinas y
tafalleras. El inicio, con pases cambiados por la espalda y con los pies
enterrados en la arena, fue el preludio de una labor llena de compromiso,
actitud y ambición. Muy por encima de su oponente, que si bien tuvo calidad
adoleció de fuerza. Solvente, seguro, fácil, lleno de recursos y con la cabeza
despejada. Finalizó su labor de una gran estocada y se le pidieron con fuerza
las dos orejas que el palco dejó en una. Gran dimensión.
Templado el
recibo capotero de Posada de Maravillas al primero, un novillo bien hecho,
armónico y con cuajo. Brindó el extremeño a la Comisión Taurina de la Casa de
Misericordia. Al novillo, con calidad pero muy justo de fuerzas, le costó
desplazarse y la faena no tuvo mayor relieve debido a la falta de emoción del
utrero de El Parralejo. El cuarto, de nombre “Caneco” y pelo colorado, fue un
gran novillo de El Parralejo que embistió con mucha calidad y transmisión,
tomando los engaños muy humillado y con fijeza, siendo ovacionado en el
arrastre. Posada de Maravillas aprovechó tan buenas condiciones para torear a
gusto en una faena de mucha personalidad y expresión. Aunque dejó una estocada
entera, el uso del descabello le dejó sin premio.
Aseada resultó la faena de Varea a su
primero, un novillo manejable aunque falto de transmisión. El novillero
castellonense dejó algunos muletazos sueltos de mucha calidad, sobre todo con
la mano izquierda, aunque le faltó reunión y acople con el de El Parralejo. Lo
mató de una efectiva estocada tras un pinchazo. Hubo petición minoritaria.
Antes, había destacado Roca Rey en un variado quite por tafalleras rematado de
una saltillera y revolera en el que destacó su quietud y aplomo. El quinto se
movió aunque sin mucha clase. Varea, que lo brindó al público, se mostró firme
y poderoso en una faena en la que no acabó de tomar vuelo. A éste lo mató
también de una efectiva estocada al segundo intento. De nuevo, Roca Rey puso a
la gente en pie en un buen quite por gaoneras.
Pamplona, domingo 5 de julio
de 2015. Novillos de El Parralejo, bien presentados y de juego
desigual en conjunto. Extraordinario el cuarto.
Posada de Maravillas: Silencio y vuelta al
ruedo tras aviso.
Varea: Vuelta al ruedo y ovación con saludos.
Roca Rey: Palmas y oreja con
petición de la segunda.
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