• Tras cortar tres orejas que fueron celebrados fuertemente por la
afición limeña.
• Manzanares estuvo en torero; mientras que Morante no se justificó y
fue fuertemente pitado.
Joaquín Galdós rumbo a la puerta grande ante la fuerte aclamación del respetable.
La
presencia del astro rey hizo de que el ambiente por ver toros se fortalezca,
sobre todo por se presentaba Manzanares hijo que es figura del toreo, se
esperaba ver algo meritorio de Morante y que Galdós repita o mejore lo
realizado el año pasado. Se lidiaron toros con edad; pero se esperó ver toros
mejor armados de pitones.
MORANTE DE LA PUEBLA, hasta
ahora, nunca se ha justificado en Acho y esta ha sido su peor presentación.
Su primer toro fue descastado y tuvo que abreviar. En su segundo toro, en la
muleta no hizo el intento de demostrar al público que el toro no servía para la
lidia y abrevió, su actitud generó justificadamente una fuerte bronca y
desagrado en la afición. Eso de las broncas y pitos cuando se dan con altura
son parte de la fiesta y Acho se han dado en muchas ocasiones.
JOSÉ MARÍA MANZANARES, se
justificó ante la afición de Acho, trasmitiendo torería y entrega. En su
primer toro ejecutó una tanda de lances de mucha categoría que fueron
fuertemente celebrados por la afición, aprovechó la buena embestida que el
burel tuvo por el pitón derecho donde toreó con profundidad y empaque, por
naturales su toreo también fue meritorio, luego el toro se vino a menos, pinchó
para dejar una estocada honda, atravesada y algo delantera, siendo ovacionado
su labor. A su segundo toro tuvo que fijarlo, para luego lancear a la verónica
ante los fuertes aplausos de la afición, con la muleta a pesar de que el toro
tenía poca fuerza, con dominio lo lidia a media altura, logrando tres series de
derechazos que calaron en el respetable, intentó también por naturales; pero con
menos lucimiento, la estocada fue algo delantera, ante la fuerte petición le
dan una oreja.
JOAQUÍN GALDÓS, tuvo más suerte
en el sorteo y toreo con entrega y conocimiento, se ganó el respeto de la
afición. A su primer toro lo recibió a la verónica, donde luego de unos
lances, se resbaló y y se hizo el quite rodando, con la muleta se lució por el pitón derecho ante los fuertes ¡oles! del respetable, por la izquierda el toro
no tuvo clase, deja una estocada entera, contraria y atravesada, ante la fuerte petición le otorgan la primera oreja de la tarde. A su segundo torto con
el capote sólo lo fija, felizmente en la muleta el toro embistió mejor,
permitiendo que nuestro compatriota se luciera por ambos pitones, las tres series
de derecha fueron ceñidas y largas que hicieron jalear fuertemente al
respetable, además se lució por dos buenas series de naturales que tuvieron
categoría, deja una estocada casí entera y de efecto rápido que le permite
cortar las dos orejas ante el respaldo de la afición.
Al final de la corrida, la mayoría del
público celebró el triunfo de Galdós y la entrega de Manzanares; pero
detestaron la falta de compromiso de Morante en su segundo toro. Hay que
apuntar además que la mayoría del público no le gustó la presencia de varios toros
por la poca presencia de los pitones, esto debe anotar la empresa y la
autoridad.
En la pica sobresalieron Pedro Morales, Yaco Reyes, César Caro y “El Toto”
Andrade. En banderillas resaltaron José Gonzales, Edward Jorge y Miguel
Esparza.
Lima, 25 de noviembre del 2018. Quinto festejo de la Feria Taurina del Señor de los Milagros,
cuarta corrida de toros. Se lidiaron toros de Puerto de San Lorenzo 1°; 2° y 6°, de La Ventana del Puerto 4° y 5°
y de García Jiménez 3°,
cómodos de pitones y de juego desigual, el de más toreabilidad los corridos
en 3° y 6° lugar, el 1° descastado.
Morante de la Puebla. Silencio y pitos.
José María Manzanares. Ovación y oreja,
Joaquín Galdós. Oreja y dos orejas.
Morante, sólo se dejó ver en algunos lances a la verónica en su segundo toro, en la muleta abrevió injustificadamente ante la fuerte desaprobación de la afición.
Manzanares despatarrado en un derechazo a media altura en su 2° toro.
Joaquín Galdós le puso actitud, aquí en un largo natural en el último toro de la tarde.