DIFÍCIL SITUACIÓN DEL CAMPO BRAVO PERUANO

• Hay pocas ganaderías, cuyos toros den buen juego.

• La poca oferta de ganado de lidia apropiado hace que los costos se eleven, ya que es complicado importar ganado de países vecinos.

• Ojalá que este año se pueda importar ganado colombiano, ya que ese país está libre de Aftosa.

El toro (de 4 a 6 años) es el rey de la fiesta brava, su casta, edad, trapío y peso le da garantía y respeto al espectáculo.

  En el Perú se debe de dar alrededor de aproximadamente más de 500 festejos taurinos, de los cuales cerca de 220 son corridas de toros, corridas mixtas y novilladas. Para sostener estos 220 festejos se necesitan toros y novillos apropiados; sin embargo el país cuenta con pocas ganaderías que dan las garantías del caso. Además, a la fecha sólo se puede lidiar ganado nacional y de España (que sólo es posible lidiarlo en Acho por los altos costos de importación), aunque se abre la esperanza de poder importar ganado de Colombia, ya que medios confiables  afirman que desde diciembre del 2017, ese país está libre de Aftosa.

  Las ganaderías que dan ciertas garantías para las corridas y novilladas formales son: La Viña de Paiján, El Olivar, Paijan, San Pedro, Salamanca, Santa Rosa de Lima, Camponuevo, Roberto Puga, Parra, Salahual y Huacraruco.

   Hay ganaderías que aún no se han consolidado o aún les falta, nos referimos a San Simón, El Rosario, Apóstol Santiago, Vista Alegre, Iván Rodriguez, Checayani, Campo Bravo, San Sebastián de Chacas, Navarrete, La Viña Lambayeque, Sara Sara, Villa Gracia, La Centinela, entre otros.

  Ojalá que este año se pueda importar ganado de Colombia. Esta acción hará que haya más opciones de contar con toros más apropiados para la lidia y bajen los precios del ganado, ya que este año, por la poca oferta, muchas ganaderías pretenden subir los precios de sus astados en más del 20% con respecto al año 2017. Es inaudito que se pretenda cobrar por cada novillo de casta entre 4000 a 6000 dólares, este hecho hará que haya menos festejos formales.

  Otro problema, es que muchas ganadería sorprenden vendiendo novillos o erales en vez de toros (de 4 a 6 años).