Andrés Roca Rey se perdió de cortar orejas por
no estar fino con el estoque. Los novillos de Rincón Santo estuvieron bien
presentados.
Fuente: Alberto Lopera (mundotoro)
Andrés Roca Rey recibiendo la ovación de la afición de Manizales.
Manizales, Colombia.
Tiempo primaveral en la novillada de apertura de la 60ª. Feria de
Manizales donde cerca de tres cuartos del aforo acudieron a los
tendidos. Ocho novillos toros con el hierro de Rincón Santo, con
muchos pitones y seriedad. Lamentablemente de juego desigual, aunque alegres de
salida, algunos mostraron falta de fuerzas al final.
Abrió el festejo Borja Jiménez,
torero maduro y presto al doctorado. Con oficio y mucha técnica solucionó los
problemas de sus oponentes a los que endilgó una lidia de acuerdo a las
embestidas. No le acompañó la suerte al momento de matar, requiriendo de varios
intentos.
El colombiano Santiago Sánchez
Mejía se encontró con dos toros que exigieron muchísimo y a los que
toreó con pases aislados de buena factura. Tampoco le acompañó la efectividad
con los aceros.
Con mucha alegría embistieron al capote
de Andrés Manrique sus dos novillos, pero lamentablemente poco
los midieron en las varas llegando muy cortos y sin fuerzas para la faena
muleteril. También se contagió de la pesadez con el acero de sus compañeros,
necesitando varios pinchazos antes de finiquitar su labor.
Definitivamente la maldición con la espada
fue general, para todos. Tres orejas le quitaron al peruano Andrés Roca
Rey quien salió siendo el triunfador a pesar de no cortar ninguna y
ver devuelto vivo al último del festejo. Sus dos faenas fueron excelentes, de
valor sin límite donde las ovaciones y la música le acompañaron de principio a
fin.
Feria de Manizales (5 de enero). Novillada de
apertura con tres cuartos de plaza. Ocho novillos toros de Rincón
Santo, serios con muchos pitones de juego variado.
Borja Jiménez, palmas y silencio.
Santiago Sánchez, tres avisos y silencio.
Andrés Manrique, silencio y silencio.
Andrés Roca Rey, vuelta al ruedo y tres
avisos.
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