¿Qué es la bravura? ¿Qué es un toro bravo? Según
don Alvaro Domecq, exitoso ganadero.
Don Álvaro Domecq en su finca "Los Alburejos".
¿Qué es la bravura? ¿Qué es un toro bravo?
Tremenda pregunta que yo me he formulado muchas veces y a la que he intentado
responder siempre en mis artículos. Un
toro bravo (diría) es un hermoso y orgulloso animal que ataca siempre, sin el
menor resquicio de miedo. Un toro
bravo arranca pronto, embiste por derecho, siempre para adelante, galopando, no
andando, ni trotando. Va siempre más allá de la cornada, tranquilo,
reposado, seguro de su fuerza, de su poder, sin temores, sin brusquedad falsa,
sin temor al ataque por la espalda. No debe sentir, además, el más
insignificante gesto de dolor. Es un gladiador que hemos preparado y
fortalecido en la soledad, cuatro años largos, para una lucha de 20 minutos.
Debe aceptar la lucha y entregarse a ella sin una vacilación, sin un extraño.
No cansarse y embestir aun cuando sienta la espalda atravesándole. Precisamente
esta enorme, trágica interminable arrancada hacia adelante, contra todo y
contra todos, y que no acabará más que con la muerte, es la expresión que
caracteriza a un toro bravo.
La bravura, primer instinto de defensa sublimada y,
luego, casta, raza mantenida, prolongada y fortalecida, siglo a siglo, por la
selección, ha terminado siendo una
misteriosa propiedad, la misteriosa cólera que poseen sólo los toros bravos de
morir embistiendo. Esto es: morir sin ceder y atacando. Por todo ello, la
bravura se ha convertido en una fuerza ciega y sin el más leve atisbo de lo que
pudiera ser un retroceso, una debilidad: el miedo o el dolor. La bravura es una
cualidad, visible, por cualquier persona no aficionada inclusive, del toro en
la plaza, que consiste en ir siempre donde lo llaman, que se complementa con
otros matices que la subliman y enaltecen.
También deberíamos detenernos en uno de los prejuicios
actuales: confundir bravura con el tamaño o el peso del toro. Un toro grande no
siempre es más peligroso que un toro chico, aunque lo parezca y aunque dé más
sensación de peligro. El tamaño impone siempre, pero lo que da peligro al toro
son sus fuerzas y su bravura. Por
otra parte, ya es hora de decir que el toro bravo es un toro pequeño. La
selección por bravura afila, empequeñece a los toros, querámoslo o no. Y en
torno a estos toros más pequeños ha surgido el complicadísimo toreo moderno. La
verdad: no es el toreo actual quien nos ha hecho producir el toro pequeño. Es
la aparición del toro pequeño por motivo de la selección y otra serie de
motivos, entre ellos la rapidez de nuestro tiempo, lo que ha hecho crecer las
fórmulas del toreo moderno. No lo digo yo, lo dice don Alvaro.
Fuente: Edwin Ramírez
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