Este aniversario que sea un momento de
reflexión para darle el lugar que merece. La Beneficencia de Lima tiene la
palabra; pero también todos los taurinos
debemos ayudar en ese sentido, dejando de lado intereses personales…
(Gonzalo Villanueva Masgo / Hernán Livia Delgadillo)
Así lucía la plaza de toros de Acho en sus primeros años de funcionamiento.
Acho fue inaugurado
el 30 de enero de 1766, de acuerdo a las investigaciones realizadas por Aurelio
Miro Quesada Sosa (Ex director del Comercio). Esta inauguración se hizo con un espectáculo
taurino. Su construcción fue realizada por su propietario Agustín de Landaburu, a quien le demandó un año este proceso.
Hasta de 1831 estuvo gestionado
por la familia de Landaburu. Al no tener descendencia el único hijo de Agustín
de Landaburu, esta propiedad fue donada al Hospicio de los Pobres para generar
ingresos, por gestión del representante de esta familia, Hipólito Unanue.
La remodelación y modernización
más importante que se ha realizado en Acho, lo hizo el ingeniero Francisco
Graña Garland el año de 1945. Esta remodelación se mantiene hasta la
actualidad.
Por Acho han pasado los toreros
más importantes del mundo, por mencionar los de mayor trascendencia histórica,
Joselito, Juan Belmonte, Manuel Rodríguez “Manolete”.
La afición de Acho se ha caracterizado por ser muy sensible con el toreo
bueno y clásico, por eso siempre ha exigido en su arena la presencia de los
toreros más destacados del momento.
Tampoco no nos olvidemos que a esta gran afición le gusta ver el “toro toro”,
es decir que no sólo lo sea sino que se parezca; sino es así lo protesta. La
mala presentación de los toros en la Feria Limeña ha hecho que un porcentaje
significativo de aficionados se alejen de sus tendidos.
Que este aniversario sea momento de reflexión
para darle a nuestra plaza el lugar que reclama su afición, es decir presentar
siempre el “toro toro” y de ganaderías que permitan el éxito a los toreros. Eso debe de
puntualizar la crítica taurina con objetividad y criterio (peridismo …), hacer
lo contrario es darle la espalda a la plaza y su afición. Para que la
empresa de turno presente el elemento principal de la fiesta, es decir el toro
con la edad y el trapío adecuado, debe tener el tiempo adecuado para reseñar de
las ganaderías adecuadas. Hay otros factores que influyen en la viabilidad del
coso rimense que lo puntualizaremos oportunamente.
Tampoco olvidemos que
históricamente, Acho ha dado otros espectáculos, como conciertos musicales, espectáculos
folclóricos, circos, etc. Debe seguir dándolo; pero con el mantenimiento y
acondicionamiento adecuado. Las puertas de Acho deben estar abiertos para
todos, y no sólo para los aficionados taurinos.
Su afición también exige precios accesibles para copar sus tendidos.
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