Román
Collado cortó una oreja en el primer festejo de la Feria Limeña, donde el ganado
dio pocas facilidades para desarrollar el buen toreo.
Texto y
fotos: Gonzalo Villanueva Masgo y Hernán Livia Delgadillo
Con media
plaza en los tendidos y con un buen ambiente en la afición por ver un buen
espectáculo, ya que se presentaban novilleros con buen cartel.
Se lidió
un encierro de Apóstol Santiago con divisa azul y encarnada de Nazario
Villafuerte desiguales de presentación y juego, había que estar bien
puestos para poder lidiarlos ya que tenían genio. El 1º va bien en el capote y
da regular pelea en el caballo, luego de la primera serie de derechazos se
viene a menos rajándose y yéndose a
tablas, el 2º sale suelto y fue complicado para la lidia, tendía a defenderse y
colarse, el 3º ale suelto en el capote, tardea en la muleta, luego se raja y va
a tablas, el 4º va bien en el capote, sale suelto de la pica y en la muleta
tiende a calamochear y revolverse rápido, 5º va bien en el capote, luego se
viene a menos en la muleta y tiene a colarse, el 6º sale suelto y tendía a
embestir con algo de clase en la muleta.
Hicieron el
paseíllo desmonterados por presentarse por primera vez en el coso rimense, los
novilleros Rafael Cerro, Román Collado y Juan Pablo LLaguno. Se
huzo un minuto de silencio por el fallecimiento del periodista taurino Miguel
Ángel Delgado y el ex banderillero “Guillermo Usenine”.
Rafael
Cerro (vestido de blanco y plata) está bien puesto
y estuvo encima de sus novillos. Con Goloso
Nº 67 de 405 kg, terciado, paliabierto y de pelaje negro listón y chorreado; lo
recibe con buenas verónicas, brinda al público, luego le ejecuta una buena
serie de derechazos, el astado se viene a menos y ya no hay buen lucimiento,
deja media estocada baja y es silenciado su labor. Con su segundo
novillo, Chicuelo Nº 92 de 432 kg, algo cornibajo de pitones y negro
chorreado de pelaje, se luce en verónicas de rodilla, brinda a Nazario
Villafuerte, a pesar de que el astado tiende a revolverse rápido y es mirón, el
novillero ejecuta algunos derechazos y naturales con mucha clase, deja una
estocada delantera y caída y su labor es premiado con una ovación desde el
tercio.
Román
Collado (vestido de azul rey y oro con remates en
blanco) Hizo lo mejor de la tarde y es un novillero que tiene buenas maneras de
lidiar y con mando, también estuvo encima de su lote. Con Mariscal Nº 74 de 410 kg, bien
presentado y de pelaje negro, no se con el capote, brinda al público, con la
muleta a pesar de lo complicado que era el astado ejecutó algunas series de
derecha y naturales con mucho mando, deja una estocada entera y caída para
luego descabellar, su labor es premiada con una vuelta al ruedo. Con Tornado
Nº 70 de 408 kg, bonito de tipo, cornidelantero y de pelaje negro, con el
capote lo recibe con mandones verónicas y chicuelinas, con la muleta empezó con
una buena serie de derechazos que fueron lo mejor de la tarde, luego el astado
se viene a menos, sin embargo ejecutó buenos
naturales y derechazos para cerrar con manoletinas, la estocada fue algo
trasera y caída, así le dan una oreja como esfuerzo a su entrega.
Juan
Pablo Llaguno (trajeado de tabaco y oro) estuvo
voluntarioso; pero todavía le falta crecer como novillero. Con Silviado Nº 74 de 410 kg, terciado,
avacado y corniabierto y de pelaje negro chorreado, intenta lancearlo por
verónicas, en la muleta a pesar de las complicaciones del astado intenta
sacarlo pases por derecha y naturales sin el lucimiento debido, recibe una voltereta
sin consecuencias que lamentar, con el acero deja una media estocada baja y su
labor es silenciada. Con su segundo y último ejemplar de la tarde, Toledano
Nº 77 de 472 kg, bonito de tipo, bien armado de pitones y negro de pelaje, no
se acopla con el capote y con la muleta inteta sacra algunos pases de derecha,
pero sin la ligazón adecuada y su labor es silenciada.
Ficha
del festejo
27 de noviembre. Media entrada en la bicentenaria
plaza de Acho en la apertura de la 68º de la Feria Limeña. Se lidió un encierro
de novillos de Apóstol Santiago desiguales de presentación y juego.
Rafael
Cerro: silencio y ovación.
Román
Collado: vuelta al ruedo y una oreja.
Juan
Pablo Llaguno: silencio y
silencio.
Los
subalternos. No tuvieron una
buena tarde, en algunos casos el juego del ganado condicionó sus actuaciones,
en otras dejaron que desear, el único que colocó al menos un buen par de
banderillas fue Alán Quispe. Para la feria sólo deben estar los más placeados y
que tengan buenas capacidades físicas y técnicas.
Morrillos
de arena delante de los burladero, este detalle es
positivo en el ruedo de Acho, porque en cierta medida permite que los astados
no se estrellen en estos lugares y así ya no se inutilizan.
Pase natural de Rafael Cerro al primero de su lote, fíjese la clase.
Soberbio pase de las flores de Román Collado a su primer ejemplar.
Media verónica al estilo de Juan Pablo Llaguno a su primer ejemplar.
Alan Quispe dejando un par de banderillas en todo lo alto como debe de ser.
Una oreja para Román Collado fruto de su entrega y clase en su segundo novillo.
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